Hace poco Netflix lanzó en su página su nueva serie: 13 reasons why (por trece razones), que narra la vida de una joven (Hannah Baker), y el por qué ella tomó la decisión de suicidarse. Ella narra su historia a través de unos cassettes que se los envía a distintas personas, sin embargo, sólo en una de ellas trata de resolver aquel misterio: Clay Jensen.
Opinión:
Me tardé dos días en ver la serie. ''13 reasons why'' tiene un buen argumento, porque detalla sucesos que ocurren día a día y las personas hacen caso omiso sobre eso. El tema principal de la serie es el bullying y cómo esto puede llegar a desgraciar la vida de una persona, es decir, llevarla a tomar decisiones desastrosas como es el suicidio. También muestra el lado oscuro de la mente humana, es increíble lo despiadada qué es (si continúan viendo la serie, esta contiene escenas fuertes). Sin embargo, hay algo en que discrepo con esta serie, y es el hecho de 2 personajes. Empiezo con la protagonista: Hannah.
Hannah Baker caracteriza al estereotipo de adolescente que es ''bulleada'', ella es una chica tranquila, inteligente, guapa; pero, ella es insegura de sí misma, o en mi parecer, tiene el autoestima muy bajo (casi por el piso). A lo que largo de la trama, uno se da cuenta que la única meta de ella era encajar en ese ambiente escolar, y eso la llevo a relacionarse mal y que salga herida al final. Además, ella era muy reservada y no confiaba en los eran sus amigos, en el caso, que era Clay.
Clay Jensen es el típico niño tímido de la secundaria, una persona que pasa desapercibida ante el ojo de la sociedad, pero sorprende a todos al final. En todo momento se nota que el tiene un crush con Hannah, ya que siempre trataba de entablar una conversación con ella o simplemente juntarse. Al él simplemente le falto un poco más de valor para realmente conversar con Hannah.
Por cierto la serie está basada en un libro con el mismo nombre, escrito por Jay Asher.
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